8.11.06

This page has moved

Nos trasladamos. Bueno, me traslado. He cambiado la cara a Outconsumer.com aprovechando las ventajas del WordPress. A partir de ahora sólo se podrá acceder a este blog (que dejará de actualizarse) a través del link directo http://outconsume.blogspot.com.

Mis neuras, patochadas e intentos infructuosos de resultar interesante seguirán en www.outconsumer.com o más concretamente (y hasta la activación prevista para hoy o mañana) en http://www.outconsumer.com/bloc/.

Que todo cambio sea para bien, decía mi abuela.

Outconsumer.com
Anthology of interest

27.10.06

Hombres, hormigas y comunismo

El otro día descubrí hormigas en mi casa. Al parecer querían explorar nuevos mundos desde el piso de mi vecino de arriba; yo era su América. Intenté dialogar con ellas, debilidades que tiene uno, pero no hubo manera. Son comunistas como bien sabéis (estalinistas, para ser concretos) y es imposible venderles la moto de lo de respetar las fronteras de los vecinos capitalistas.

Total, que tuve que comprar un insecticida. Puestos a ser malvados, compré el mejor. Seguí las instrucciones y sembré la devastación en cuestión de segundos. Murieron los colonizadores y sospecho que también algunos mercaderes que ya estaban en camino. Fue tan fácil que no pude evitar caer en una euforia desmedida. Me sentí poderoso, omnipotente concretamente y, sabiendo que años de ciencia están de mi lado, pensé que la batalla ni siquiera había merecido este nombre.

Al día siguiente me levanté, optimista y confiado, pero allí estaban otra vez. Había encontrado otra ruta y habían vuelto a por venganza. Repetí la operación de exterminio, ya con rabia. Murieron muchas, pero no las debilité. Al día siguiente volvieron; y al siguiente y al otro. Morían pero volvían. Encontraban nuevas rutas para alcanzar mis migas de pan.

Entonces me acordé de mis clases de ciencias de EGB. Y me acordé de su forma de vida. Nacen sin parar y dedican toda su fuerza estructural, toda su organización, a descubrir nuevas Américas. No luchas contra una, luchas contra todas a la vez. Eso es lo que nos diferencia de ellas y lo que me impedirá ganarlas nunca. La única opción sería cargarme la casa... y ni así.

Un filósofo griego (lo siento Albert, nunca conseguí memorizar los nombres en tus clases) dijo que "el hombre es la medida de todas las cosas". Es cierto, pero eso sólo sirve para nuestra visión del mundo. Para las hormigas, ni yo ni cualquiera de los otros hombres existe. Soy sólo una piedra en un camino inevitable que algún día acabarán de trazar. El comunismo fracasó, pero no porque no sirviera como poderoso ordenamiento político, sino porque nosotros sólo sabemos enfrentamos con ahínco y perseverancia a problemas pequeños (como tener hormigas en casa) y ellas, mientras, afrontan con diligencia un destino superior.

Ellas ganan, sí, pero nunca podrán disfrutar como nosotros de lo miserable que es nuestra deliciosa existencia.

20.10.06

El millor lladre del món

Era el millor lladre del món, o això deien. Va començar robant carteres, bijuteria i fruites al mercat. Animat per la seva sorprenent habilitat per passar desapercebut, de seguida va fer els primers grans robatoris: caixes fortes, cotxes de luxe i grans mansions. Era silenciós, era quasi invisible i sabia guanyar-se la confiança de la gent: era imparable.



Però ben aviat va adonar-se que els diners només són diners i que dos mil no satisfan el doble que mil; va adonar-se que els bens materials no són més que asèptica moneda de canvi i que el valor sentimental només té sentit per qui ha volgut donar-li'n.

Per això va començar a robar cors. Cors i ànimes, i plors i pensaments; va robar idees, sensacions i fins i tot alegries. Entrava a la vida i la ment de qualsevol per viure-li durant una estona. Eren petites dosis de realitat, d'extrema realitat, que no es podien comprar amb diners. Aquesta era la màxima expressió del lladre: entrar a l'últim racó, el més secret, del cervell de la seva víctima i robar aquell collaret que havia pertangut a l'àvia; no, encara era millor: robava l'emoció de l'àvia al regalar el collaret i de la neta al sentir que l'àvia no moriria mai mentre ella tingués el collaret. Això robava.

Havia viscut centenars de vides, però mai no s'havia preguntat què sentien les víctimes. Mai havia sigut una víctima, tot i que havia estat dins d'elles en infinites ocasions. ¿Què deu ser que et visquin la vida, que et robin l'alegria de tenir un fill o la de guanyar la loteria? No ho sabia ni li importava. Un lladre no pensa en les víctimes. En tot cas, no el millor del món.



Però això era abans, abans d'avui. Avui camina pel carrer, circula xiulant sense que ningú no el senti, planejant què farà, preguntant-se què vol fer. I es fixa en una noia: sembla a punt de sentir-se feliç, sembla a punt de plorar, sembla a punt d'explotar. És al mig del carrer sentint tot el que l'envolta, a punt d'estornudar, a punt de somriure, a punt de tenir la pell de gallina. Està a punt. I hi entra amb tot; ell no s'ho pensa dos cops i hi entra, esperant trobar-hi el millor botí ens moltes setmanes.

Ho fa, però no. No ha sortit bé: ella és buida.

Se sent estrany, alguna cosa no va bé. No, no és això, és ell qui està buit. L'envaeix aquesta buidor, se n'omple; l'envaiex la impotència, la ràbia, la tristesa i la frustració. Se sent buidat més que buit i és llavors quan s'adona que no ha robat res, sinó que l’han robat; li han robat el cor. Ella somriu, finalment. Somriu, se li posa la pell de gallina per la lleugera brisa que creua la plaça i se'n va fent voleiar els cabells. Ell compren llavors que aquell gest l'encadenarà per sempre: l'ha enxampat.

16.10.06

Libre, como el sol cuando amanece

El nuevo slogan de la COPE (y título de un libro editado por ellos mismos) para su publicidad estática me ha vuelto a iluminar. Reza “somos libres”. Está claro que una afirmación así se hace por dos motivos, o con dos intenciones: “Por fin somos libres” o “Aún somos libres”. No quiero entrar a valorar de qué se trata en este caso.

Pero la cuestión es otra. ¿Por qué se siente libre la COPE, y sus oyentes, por extensión? Si nos paramos a pensar qué han hecho todos aquellos que han luchado por la libertad nos llevamos las manos a la cabeza. La libertad, así en abstracto, es un objetivo loable. Suena bien, es una gran idea. Igual que la paz. Pero a diferencia de la paz, ausencia de conflicto, definir la libertad es complejo.

Un día se me ocurrió que ser libre quiere decir estar de acuerdo con lo que te rodea. Es decir, que ser libre es sentirse libre, ni más ni menos. Quien reclama libertad en realidad está reclamando libertad para cambiar aquello con lo que no está conforme. Nunca se lucha por la libertad de volver a estar como estábamos.

Para mí, determinismos y libres albedríos aparte, ser libre es eso, no querer hacer más de lo que se hace (o sea, no encontrar ningún impedimento en lo que se hace). ¿Qué importancia tiene lo que puedas hacer si no quieres hacerlo? Quizás por eso se pueda entender que los defensores de la libertad individual son los que más empeño ponen en coartar la libertad de los otros... para hacer algo que no les gusta.

Claro que según esta teoría, la COPE no sería realmente libre. Sin embargo lo proclaman; seguramente es que lo reclaman. Como los políticos en campaña: no prometen, mienten. Pues eso, que quien proclama la libertad, quien la reclama y quien lucha por ella, es el menos libre de todos. El que es libre de verdad es el que va silbando por la calle, sin plantearse siquiera qué demonios significa el cartelito de la COPE.

3.10.06

És quan dormo que hi veig clar

Empieza el sueño y me levanto, despierto como quien dice. Lo veo todo tan claramente que lo toco con los ojos y pongo las manos, mis manos azules con guantes desechables, en la pared blanquísima. Y te veo. Sin conocerte, llevo mil años tocándote con mis ojos de dedos infalibles. Estoy soñando contigo, justo a tu lado. Soy tan feliz, tan nítidamente feliz, que sólo puedo acariciarte, ahora sí con mis manos. Es sorprendente como esa habitación puede ser tan blanca teniendo los ojos cerrados. Sorprendentemente blanca, sorprendentemente feliz. No merezco estar contigo, a tu lado, porque no te conozco. Las tripas se tumban pero flotan; yo también floto y tu sonrisa me levanta; y subo, junto a las paredes. Y entonces entra el sol, rompiendo las paredes con una luz cegadora, tan dulce como la miel, tan dulce como la miel que tienes en tus labios y que lamo; me la como.

Y entonces despierto y me levanto, dormido como quien dice. Y qué oscura está la habitación. No veo nada, ni siquiera a ti, que no estás.